He acabado de leer una novela que me ha resultado muy curiosa:
Picnic sobre el hielo de Andrei Kurkov.
En el fanzine
L'HConfidential de la Biblioteca de la Bòbila (L'Hospitalet de Llobregat - Barcelona)aparece la siguiente reseña:
Víktor se siente triste y solo. A un soñador como él le cuesta salir adelante y ganarse la vida en unas circunstancias como las suyas: dispone de poco más que su imaginación y un cajón lleno de relatos.
Solamente Misha, un pingüino rescatado del zoológico de Kiev, donde regalaban los animales por no poder seguir manteniéndolos, comparte la triste soledad de Víktor. Son tiempos difíciles para alguien como él en una ciudad dominada por el materialismo. Pero su vida cambia drásticamente cuando el redactor jefe de un importante diario local le encarga la redacción de notas necrológicas de destacadas personalidades, para tenerlas preparadas con
antelación al día de su muerte. Un día, al abrir el diario para el que trabaja,Víktor ve, para su gran sorpresa, su primera nota necrológica publicada... A partir de ahí, una serie de acontecimientos misteriosos e inesperados irrumpen en la monótona existencia del protagonista y personajes variopintos empiezan a desfilar por su vida.
Y en
otra página encuentro esta otra reseña:
Andrei Kurkov nació en San Petersburgo, en 1961, por lo tanto es ruso. Pero según parece ha vivido largo tiempo en Kiev (por lo tanto es casi ucraniano) donde estudió en el Instituto de Lenguas Extranjeras y aprendió 11 idiomas (incluyendo, el inglés y el japonés). Su servicio militar lo hizo en la prisión deOdesa (como vigilante, claro) y luego empezó a escribir guiones con los que se gana la vida tan bien que vive entre Kiev y Londres desde 1996. Esto le permite no perder sus raíces y a la vez gozar del confort que sólo un país capitalista imperialista y decadente puede darle.
Según veo ha escrito varios libros y me gustaría averiguar si hayalgun otro traducido porque su descubrimiento ha sido un hallazgo para mi. Me encanta como escribe (de alguna forma me recuerda a Georges Simenon). En "Picnic sobre el hielo", Plaza & Janés Editores, Barcelona, 2001, muestra como un hombre puede vivir con un pingüino y a la vez sobrevivir en la dura realidad de la sociedadpostsoviéticadonde ya no queda lugar para ilusiones, aunque todo aquel que tenga algo que vender... siempre puede encontrar un comprador.
Para mí lo sorprendente de esta novela ha sido impresión causada por la combinación hombre-pingüino de la narración. El protagonista muestra una ceguera y asepsia de sentimientos que sólo se ve paliada por lacotidianeidad de la presencia del pingüino en su casa.
Víktor no parece experimentar sentimientos por nadie, no hay amigos, no hay familia, y los pocos lazos humanos que establece son meramente circunstanciales. Sin embargo, muestra una solicitud mayor en las
atenciones que prodiga a su mascota,Misha.
Su necesidad de dar rienda suelta a su creatividad literaria y su necesidad de sobrevivir en un mundo muy poco literario acallan sus sospechas sobre el uso que se da a sus escritos en el periódico que le contrata.
Sus sentimientos parecen estar tan helados como el clima helado y frío de Kiev. Y, sin embargo, resulta muy interesante contrastar toda esa frialdad, el escenario duro y despiadado con el toque irónico y cómico que recorre toda la novela.
Cuando ya empezaba yo a desesperarme porque no le vía salida a la novela, y me desconcertaba mucho esa gelidez de sentimientos, llega el final inesperado...
Como anecdótico una de las descripciones de un entierro al que asisten Víktor y Misha, que se podría titular (si fuera un cuadro) "entierro con pingüino": ataúd de algún mafioso local, con asideros de oro, gente vestida de luto riguroso en prendas muy elegantes, y a un lado de la fosa, la mirada de un pingüino depresivo, tan elegante como todas las demás figuras.
En alguna página de las que he encontrado en la red se mencionaba algo que ya observé en la propia biblioteca antes mencionada donde pedí prestado el libro: esta novela ha sido publicada en español con tres títulos diferentes... Lo que no deja de ser curioso...